El relato de la joven Kiria (sucedió una vez en Qal'at Ayyub)

Nota:


Después de estas reflexiones de Azai, quiero, si me permitís la licencia y si nadie lo está haciendo ya, ir recopilando todas las entradas de esta bella historia e ir dándole forma en un texto seguido. Vosotr@s seguid dándo entrada a vuestras ideas y yo seguiré dándole forma y también alguna aportación literaria.

Eso sí la encuadernación del libro corre por cuenta de la Junta.

SHALOM Hermanos.

Ese mismo día regresaron los hermanos de su viaje de negocios a la Aljama de Zaragoza.A su llegada a la ciudad fueron recibidos por Aaron Abinafia, Bayle de la judería bilbilitana. Desde la niñez, habían sido amigos de juegos, y aunque en la actualidad ostentaba el cargo de presentante del Rey en la Aljama de Qalat Ayyub, ese cargo no había hecho que su amistad mermara en ningún momento.

- Shalom amigos. Que bien que llegasteis!!!
- Shalom Aaron -contestó el mayor de los hermanos. Estamos cansados, pero también sedientos. Creo que podemos atender en la taberna algunas jarras de buen vino antes de descargar estas telas y de ver a la familia.
-Más bien diría que no, amigo.
- ¿Qué ocurre Aaron? Me asusta tu mirar. Te conozco bien y sé que no eres portador de nuevas buenas.
- Me conoces bien. Ufara está muy enferma. Fue de repente, casi con el fallecimiento de vuestro padre...es como si quisiera que marchara con él.
-Pero que estás diciendo, Aaron. ¿Te has vuelto loco? -replicó en pequeño de los hermanos.
-Apremiar la vuelta a casa. Kiria está destrozada y el único apoyo que tiene ahora mismo es Noha, la esposa de Sion Abendavid que marchó hace días a Toledo a por el Gran Maestro.
Yo marcho a la Aljama de la Villa de Ariza. Quiero que den paso urgente a Sion para que no tenga problemas con la frontera de Castilla, aunque es un hombre de recursos y bien situado en esas fronteras.
Pero id, no os quedeis como estatuas! En cuanto pueda os ocompañeré.
- Gracias Aaron. Tened cuidado por esos caminos de fronteras, me han dicho que en la Villa de Cetina ha habido alguna revuelta con los soldados del rey cristinano.
- No os preocupe eso ahora. Te recuerdo que son el Bayle de la Corona.

El pequeño de los hermanos, rápidamente se dirigió al mayor con un gran golpe en el hombro.

-Pero...¿que has hecho insensato? El plan era deshacernos de padre, pero no de la niña. Eres un animal sin escrúpulos!!
- Calla, insensato! Tu crees que podría hacer daño a nuestra pequeña. Es un bebe. Es nuestra sobrina, la hija de Kiria y Marcos. Lo que haya sido, ha sido una casulidad, de verdad.
- Espero que así sea, porque si no, el juramento de sangre lo romperé yo, pero con mi daga en tu pecho.

Callaros ya y dejar de discutir -grito el mediano- Es hora de estar con Kiria. Ya hablaremos de lo acontecido y veremos que ha pasado. Si a Ufara le ocurre algo, no me lo perdonaré en la vida, pero espero, hermano, que te deshacieras bien de todo el veneno, por tu bien....y por el nuestro.

Largo y peligroso fué el camino por tierras castellanas pero al fin el pequeño grupo de hebreos,encabezados por Yehudá Haleví, llegó a Qalat Ayub.
Sin perder un segundo entrarón en lacasa de Kiria que postrada ante su hija lloraba sin cesar.

- El clemente os a traido hasta mi casa os ruego que cureis a mi hija ...
- Por favor calmaos y salid de esta habitación he de reconocer a la pequeña. Tan pronto como conozca el mal que la enferma os comunicaré la suerte que nos depara.
- Gracias maestro.

Tras dos horas de tensa espera el médico salió del cuarto donde se encontraba Ufara.

- Marcos,necesito albahaca, romero, nuez y alcohol....el resto de ingredientes para el remedio los he traido de Toledo.
- Kiria , es el momento de que pidas a Yahve la curación de tu hija.
- Pero maestro corre peligro su vida,
- Solo el altísimo lo sabe y ahora corred prestos a cumplir vuestra encomienda.

Mientras tanto, la incertidumbre por la falta de noticias angustiaba a Abraham. Esa mañana, paseaba por la rosaleda de los jardines de la casa de Yehudá Haleví, sin parar de dar vueltas al problema de Kiria.

Era su casa de estilo arabe, ya que fue comprada a uno de los mercaderes musulmanes más importantes de Toledo, el cual, dejó esa residencia para establecerse en Córdoba, y siempre prefería hacer un mal trato con un judío que un buen negocio con un cristiano.

El jardín era un laberinto de rosales rojos, rosas y amarillos; rosales de gran embergadura que se alzaban hacia el cielo con la intención de acariciar las nubes toledanas. Además, se entrelazaban con diferentes árboles, alibustres y demás plantas medicinales tan necesarias para la profesión del Gran Maestro, donde predominada, entre otros, el olor a azahar. Te podías perder en ese laberinto botánico, pero siempre llegabas a una fuente central donde podías descansar a la sombra y al fresco del agua en los días verano.

Sabía que el camino era largo y sobre todo peligroso, ya que atravesar tierras castellanas en tiempo de reconquista no era precisamente lo más conveniente para ningún judío o musulmán.

De repente, se acordó de su gran amigo Oded Halimo. Oded era amigo de la infancia. Se habían criado juntos, en el mismo barrio y era de los pocos amigos que mantenía en la Aljama de Qalat Ayyud.
Oded Halimo era un hombre respetado en la Comunidad ya que pertenecia a la Cofradía de la Almosna, cercana a la Sinagoga, encargándose de recaudar la limosna y su posterior reparto entre los más necesitados de la Aljama.
Su relación de amistad era muy estrecha e incluso Oded le habia animado en muchas ocasiones a Abraham que se fijara en su hermana pequeña como posible esposa, pero por respecto a él y a su familia, y sobre todo por el amor que sentía por Kiria, siempre había declinado su ofrecimiento.

Se dirigió a sus aposentos para escribir una carta a su amigo Oded ya que era el único que podría dar noticias de lo que acontecia en casa de Kiria.

El correo tardó unas tres semanas en llegar, debido a las dificultades del camino. Hasta Ariza había sido pan comido, ya que era tierra árabe. pero adentrarse en el valle del Jalón era más complicado, por lo que los correos decidían dar un rodeo por tierras de Soria.

Oded se alegró de ercibir la carta de su amigo, la abrió y la leyó con detenimiento. Estuvo largo rato pensando cómo iba a responderle sin crearle demasiada preocupación, ya que Abrahám estaba muy lejos y apenas podía hacer nada.
Oded se dispuso a escribir.
Apreciado amigo Abrahám:
Tras leer detenidamente tu carta...

Obed no encontraba las fuerzas necesarias para escribir una linea más.
Guardo la carta en su pequeño bolso hasta encontrar un momento de paz y poder relatar todo lo acontecido.
Abrahan si supieras todo lo que esta pasando...

Midiendo las palabras, Oded logró escribir media carta. Y decidió informarse un poco más, así que plegó el pergamino, lo metió en su bolsillo y se dirigió a casa de los Abbayut. De camino ocurrió algo inesperado. El pergamino fue a parar al suelo sin que Oded se diera cuenta. A los pocos metros, y ya cerca de la casa, Oded se cruzó con Leví Abbayut, el mayor de los hermanos de Kiria. Departió con él unos instantes y continuó hacia la casa.
Leví vió el pergamino en el suelo y lo recogió. Se puso a leerlo y su cara palideció por momentos.

Levi leyó atentamente :

Que mi espíritu y mi aliento lleguen hasta ti amigo Abraham.Lejos queda el día de te marchaste ,mas lo recuerdo como si de ahora se tratase.
Grandes males han azotado nuestra comunidad que pasó de manos moras a manos cristianas. ! Que el poderoso nos guarde del nuevo señor y que lo haga sensato con nuestras costumbres¡
Pero la pena mayor que nos acompaño fué la llamada del misericordioso a nuestro maestro Avayut. !cuanto hemos de faltarle de menos ¡ Se de tu unión desde niño con él y de como el respeto y el cariño se elnazaban entre vosotros dos.Pero amigo amigo Abrahan una duda me consume los pensamientos, creo conocer lo que envió a nuestro gran maestro en compañia del Milagroso.La propia tunba fúe hecha por sus propios hijos......

Levi Abbayut era conocedor de los rumores que corrían por la Aljama de Qal'at Ayyub sobre lo acontecido a su padre. Rumores o no, en la calle, en los tallres, en el zoco o incluso cerca de la fortaleza, ahora en manos de los cristianos, todos comentaban la rara muerte de su padre.

Pero Oded había osado dar un dato más concreto de lo sucedido al dejar claro que sus hijos habían sido sus asesinos. Sin dudarlo, quemó el pergamino encontrado para no dejar rastro alguno del documento escrito, pero sabía que tenía que tener mucho cuidado con Oded: su posición dentro de la Aljama y su cercanía a la Sinagoga le podía hacer caer, tanto él como sus hermanos, y eso no podía dejar que ocurriera.

Lo primero que haría, un visita rápida a Mohamed el Bakin; hay que asegurarse que nada de lo pactado va a desvanecerse y que el moro seguirá "siendo fiel al judio del telar", y segundo, reunirse con sus hermanos para consolidad el juramento de sangre hecho en su día.

Así pues, Levi se adentró, al caer la noche, en la Morería de Qal'at Ayyub con paso firme y decidido, y con grandes precauciones ya que la casa de Mohamed estaba cercana al castillo y la guardía era severa en esos días.

- Mohamed ¿estas ahí? Soy Leví
- Pasa sin hacer ruido judio. .....¿ que habeis venido a buscar a estas horas? Los remordimientos son malos inquilinos ¿verdad?
- Creo que alguien conoce nuestro secreto Mohamed, podrian acusarnos de ....
- ¿Acusarnos? No judio no ... si acaso acusaos, si la comunidad se enterara de vuestros delitos seriais dados muerte.Más os vale que nadie hable mas de la cuenta porque si no vuestros intereses se verian gravemente perjuducados...¿no?
- ¿Que quereis decirme perro moro?
- Quizás un poco de vuestro oro me ayude a olvidar lo ocurrido con vuestro padre.
- Pero ..... no aceptaré nigún soborno.
- Si lo aceptaras, te conviene que mis labios queden cerrados cual gruta escondida.
- Infiel , no puedo estar ni un instante más en esta casa que huele a traición.
- Vete, vete y recuerda mi oferta, al despuntar el alba iré a cobrar mi deuda.

La rabia cegó a Levi, jamás se había enfrentado a ningún hombre, pero esta vez, una nube de fuego cegó su entendimiento. Con el mismo cuchillo que utilizaba para cortar los hilos de su tela, apagó la vida de quien le ayudó a matar a su padre.
Por un instante el pánico le paralizó, sus manos impregnadas de sangre le delataban. Corrió calle abajo hasta su casa y alli se encerro.

*****No he podido resistirme a la tentación de matar a uno de los personajes I´m sorry

La mañana se había teñido de rojo. Tras los cercanos cerros del barrio de Levi, el sol se asomaba tímido, como si no quiesiera salir ese día para dar luz y calor en Burgimalaco. Los primeros rayos se mezclaban con las nubes y estas se convertían en un abancio de colores maravillosos para la vista de los primeros madrugadores.

Tanto los vecinos de la Judería, como los del barrio alto de la Morería, se incorporaban a sus talleres y oficiios con la triste noticia de la muerte de Mohamed El Bakin. Las noticias corrían deprisa pero sin mucha certeza: unos decían que se había suicidado por las deudas contraidas, otros que, sus más que probables negocios sucios, le habían causado la muerte de un golpe certero de daga.
Los más fantasiosos comentaban que había sido descubierto en la alcoba de una hermosa dama cercana a la corte del Rey, y Dios hizo justicia.

Esa mañana. Kiria se levantó temprano. Ufara no había pasado muy buena noche y no le había dejado dormir bien. Cuando baja a la cocina, se encontró a Levi, muy pensativo, pasando su dedo indice por el borde del vaso de barro, como si cada vuelta que daba, quisiera hacer troceder el tiempo.

- Shalom hermano.
- Shalom Kiria. Como Tú tan temprano por aquí??
- Tu sobrina ha estado muy impertinente toda la noche. Ha estado intranquila y lloriquendo. No he pegado ojo en toda la noche.
- Yo....yo tampoco, Kiria. Me encuentro mal. Creo que me sentó mal la cena de anoche.
- Quieres que avise al médico?
- No, no mi pequeña hermana. Solo necesito tomarme estas hierbas y descansar un poco. Iré un poco más tarde al taller, si no te importa.
- Qué tontería Levi!! Como si quieres quedarte todo el día en casa. Avisaré a Marcos y solucionado.
- No. Solo necesito un par de horas y estaré como nuevo.

Kiria le dio un beso en la frente y se marcho a la habitación para atender a Ufara. Levi, siguió pensativo con su vaso entre las manos y la vista fija en su interior. Mañana era el Sabbat y hoy se tenía que dejar todo preparado.

- Mañana solo saldré para ir a la Sinagoga. Pasaré el resto del tiempo en casa -pensaba en silencio, como si de esa manera, pusiera una losa a sus remordimientos y pudiera borrar las imagenes grabadas en la retina de sus ojos.

Habia pasado más de cuatro semanas desde que el Gran Maestro Yehuda partiera rumbo a Calat Ayyub.
Dias antes de su marcha Abraham tuvo una larga conversación con el maestro.

- maestro Juhuda, desde que llegue a Toledo he buscado respuesta a una pregunta que crece en mi interior.
- cuéntame, en mi reducido conocimiento quizás pueda dar luz a tu oscuridad.
- en el largo viaje hasta aquí ví como muchos cristianos pedian a su Dios por la victoria en el campo de batalla. De igual forma los muslines solicitaron a Alah la suerte de los elegidos. Nuestro pueblo ruega al Todopoderoso por su suerte . Todos nosostros creemos poseer la gracia del pueblo elegido.
¿como podemos saber quien es el verdadero llamado ?
- Abrahan, quizás tu pregunta no tenga nunca respuesta , .... pero te contaré un cuento que quizás abra camino en tu corazón.


Saladino, cuyo valor fue tan grande que no sólo llegó de la nada a sultán de Babilonia, sino que, además, le hizo alcanzar muchas victorias sobre los reyes árabes y cristianos, agotó todos sus tesoros en diversas guerras y en pródigas magnificencias. Como necesitaba, para nuevas contiendas que había sobrevenido, una crecida suma de dinero y no sabía de dónde obtenerla con la premura que la precisaba, recordó que un acaudalado judío llamado Melquiasedech se dedicaba a la usura en Alejandría. Pensó el sultán que éste tendría el medio de servirle, si quisiera. Ahora bien, el judío era tan interesado y avaro que, por su propia voluntad, jamás lo habría hecho. Saladino no quería usar de la fuerza abiertamente; no obstante, apremiado por la necesidad y previniendo que el judío no daría de buen grado el dinero, se valió de un medio, razonable en apariencia, para incitarle a servirle.
Habiéndole mandado llamar y recibido con familiaridad en su palacio, lo hizo sentar a su lado y le dijo:
-A muchas personas he oído decir que eres un hombre sabio y prudente, y estás muy versado en las cosas divinas, por lo que me gustaría que me explicaras cuál de las tres religiones, en tu opinión, consideras es la mejor y la verdadera: la hebrea, la musulmana o la cristiana.

El judío, que efectivamente era prudente y sabio, comprendió en seguida que el sultán trataba de tenderle un lazo con algún secreto propósito, y pensó que no podía alabar a una más que a otra si no quería que Saladino lograra sus propósitos, que él ignoraba. Aguzando el ingenio, con singular presencia de ánimo, respondió:
-Bella es, señor, la pregunta que se digna en hacerme, y de mucha importancia; pero, con el fin de poderos manifestar mi modo de sentir, me veo obligado a contaros un cuento, que sin duda le placerá. Recuerdo haber oído muchas veces que, en otro tiempo, y no sé en qué país, hubo un hombre rico y poderoso, el cual entre diversas joyas, poseía un anillo hermosísimo de gran valor. Dado que quería hacerse venerar con tal singular alhaja, como designio de su opulencia, dispuso en su testamento que aquél de sus hijos varones que tuviese en su poder la sortija a la hora de su muerte, fuera tenido y respetado como heredero. El hijo que la recibió en herencia determinó para sus descendientes lo mismo que con él iniciara su padre. De esta forma, la joya pasó de mano en mano a muchos sucesores, llegando finalmente a las de uno que tenía tres hijos, igualmente amables, virtuosos y obedientes, por quienes sentía igual afecto. Sabedores los jóvenes de las prerrogativas concedidas al poseedor de la sortija, y deseoso cada uno de ellos de ser honrado con la preferencia, halagaban a su padre, anciano ya, para obtenerla. El buen hombre, que lo mismo quería a uno que a otro y no acertaba a decidir sobre cuál de ellos sería el elegido, pensó en dejar a los tres contentos, puesto que a todos se la había prometido. Encargó en secreto a un hábil orífice que hiciera otros dos anillos idénticos al original, los cuales resultaron tan perfectos que a él mismo le era imposible distinguir el auténtico. Cuando sintió que llegaba la hora de su muerte, entregó con gran reserva una sortija a cada uno de sus hijos, los cuales, tras el fallecimiento de su padre, al querer separadamente adueñarse de la herencia y la primogenitura, negándose mutuamente ese derecho, cada uno de los tres mostró su anillo, como prueba de la legitimidad de sus aspiraciones, pero al verlos tan iguales no fue posible discernir cuál era el verdadero heredero, cuestión que no ha sido dilucidada jamás.



Este es el cuento, señor, y lo mismo pasa con las leyes que Dios ha dado a los tres pueblos que son objeto de vuestra pregunta: cada uno de ellos cree ser el verdadero heredero, todos están persuadidos de poseer su legítima ley y observar sus puros mandamientos. Queda por decidir, como en el caso de los anillos, cuál de las tres religiones fundamenta mejor sus pretensiones, cuestión que, según parece, no se decidirá en mucho tiempo.

Por la respuesta del judío comprendió Saladino que el astuto Melquisedesh supo librarse hábilmente del lazo que le había tendido y de la inutilidad de tenderle otro. Resolvió, pues, hablarle claramente. Le expuso la necesidad de dinero en que se hallaba, le pidió que se lo prestara, y le manifestó lo que había pensado hacer en el caso de que su contestación no hubiese sido tan discreta. Facilitóle generosamente el judío la suma que necesitaba, y el sultán, después, no sólo se la reintegró por completo, sino que le hizo valiosos regalos, teniéndole siempre por amigo y consejero.

Abrahan no podía olvidar las últomas palabras del maestro antes de marchar a Calat Ayubb.
-Tu familia a guardado el secreto del pueblo elegido, del hijo que lleva el primer y único anillo. Ahora te toca a ti recibir la VERDAD , pero antes debes estar preparado.
- Maestro ya lo estoy.
- No , no lo estas . Cuando regrese prepararemos un viaje a Córdoba. Allí aprederás todo lo que tienes que saber.
- Pero maestro, mi corazón esta junto a Kiria....
- La paciencia te llevará hasta ella .

Llueve en Toledo,el agua baja por las estrechas calles de la judería. Los chorros caen como cascadas de los tejados y Abraham como dormido recorre sin rumbo todo el barrio hebreo.
Córdoba queda muy lejos de sus pensamientos, su corazón está junto a Kiria ¿que hace el aqui con todos estos desconocidos? Su infancia y adolescencia la a pasado con los Avayut ayudando en su taller. El es un joven aprendiz, quizás algún dia pueda tener su propio taller y quien sabe llegar a ser miembro del consejo bilbilitano.
No puede más y regresa a casa de Jehudá recoge las pocas pertenencias y sale en busca de un caballo que le permita desandar el camino que lo separa de su enamorada.

Abraham cogio uno de los caballos de Jehuda y emprendió camino hacia Qal'at Ayyub. Le llevaría al menos cuatro jornadas en llegar, tres si forzaba al caballo. No se lo pensó y así lo hizo.

El caballo volaba por campos amarillos de cereal.
La fusta de Abraham no daba tegua al noble animal.
Ciego de ansia cabalgó durante horas sin percatarse de que un pequeño grupo de jinetes le seguía a corta distancia.Hasta que no los tuvo encima no conoció su existencia.
Seis moros le cortaron el paso, sus cimitarras no ofrecian un buen augurio.
- ¿que haces por estas tierras hebrero? le pregunto el mas moreno de todos.
- dejarme paso , tengo que llegar pronto a mi comunidad, es un asunto de visa o muerte , respondió Abraham.
- Tu lo has dicho judio de vida o muerte ,ja, ja , ja , ja ja, rieron los seis.

Mientras cuatro de los guerreros le agarraban de pies y manos el más alto de toda la partida sacó su afilada daga y se preparó para degollar a Abraham al la señal del último infiel que registraba el poco equipaje de su montura.
El filo brillaba bajo el sol amenazando el cuello del hebreo que cortaría en breves segundos.
- Alal, me estoy impacientando,déjame de una vez cortar el cuello a este mísesable, luego buscaremos entre sus ropas para repartir el botín.
- La sangre puede esperar,no hay nadie quien espere a este hombre en la tierra de los muertos.
- No puedo más adios judio ....
- ¡¡¡¡¡¡ alto !!!!!!! Mira esa marca en sus ropajes .... pertenecen a la casa del maestro.
- dinos judio , ¿a quien has robado este traje? habla o tu vida acabará antes de que pestañees.

Yo no he robado a nadie. Este traje es de mi maestro Jehuda. Vivo con él en Toledo. Y este caballo también es de él. Y si no me creéis, podéis hacerme las preguntas que estiméis oprtuno. Pero rápido, el maestro me espera en Qal'at Ayyub para un asunto importante.
El más moreno de todos, el que parecía ser el cabecilla del grupo, se mesó la corta barba y frunció el ceño.
Tras unos segundos le dijo:
Bien, si es cierto lo que dices sabrás decirme dónde guarda el maestro su tesoro. Si no es así, no te creeremos y morirás aquí mismo.
Abrahám palideció aún más de lo que ya estaba.

El tesoro de mi maestro esta en .....está en..... SU CORAZÓN

Lo último que recordaba era un fuerte golpe en la cabeza.
Ahora no podía moverse, Sabía que estaba montado encima de un carro tapado por varias capas de telas teñidas.
Ese olor no lo podria olvidar nunca le recordaba a su juventud en el taller que tanto le dió junto a la joven Kiria...
pero ¿donde le llevaban?¿quien eran esos hombres que estaban a punto de cortarle la cabeza?¿porque no lo habian matado ya?

-Abrahan despierta ya hemos llegado.

No sabía cuanto tiempo habia estado tumbado en aquel carromato pero por el dolor de sus huesos parecían cinco mil.

-¿donde estoy? ¿donde me hebeis traido?

-¿no querias ir a Qal'at Ayyub? pues aquí estás.Me temo que a partir de ahora seremos tu guardia personal.Así que levanta de una vez de tu lujoso lecho, tienes que asearte un poco, quizás dejs de oler a perro muerto.

No comprendía nada. Aquellos hombres que querian matarle y robarle se preocupaban ahora por el.Pero no iba a levarles la contraria, al menos el tiempo que lucieran las dagas afiladas en sus cintos.

- Nadie debe de saber que estás en Qal'at Ayyub.
Solo te hemos traido para que observes. Dentro de tres días volveremos a Toledo.

-Abrahan, no entiendes nada ¿verdad?...

Todos nosotros también fuimos discipulos del maestro hace años.
El nos enseñó el verdadero sentido de la vida y la forma de encontrar la gran verdad.

-Pero...pero vosotros sois moros, ¿que tiene que ver el maestro con vosotros?¿sois infieles?
- Veo que no le ha dado tiempo de enseñarte el camino.Pero en fin ....sabíamos que ibas a pasar por este camino pero un joven pastor nos dijo que unas leguas antes de tu encuentro un bandido te había atacado, matado y robado tus ropas.por eso queríamos separar tu cabeza del cuerpo .
El resto de la historia ya la iras conociendo.
Y ahora ponte este sallon, rapido . Hemos de acercarnos a la judería y se está haciendo tarde,

-¿donde está Kiria? Quiero verla . No he llegado hasta aquí para quedarme sentado a esperar noticias.
Se quer está muy enferma y tengo que ...

- Debes de hacernos caso.Todo saldra bien. Pero debes de hecernos caso.

-No, no iré a ver a Kiria, dijo el jvem Abrahan y salió disparado calle abajo.

De nuevo dormiría de nuevo tras golpear un palo en su cabeza.